jueves, 17 de noviembre de 2011
Usa Siempre Preservativo
Es importante que siempre le recordemos a nuestra pareja usar el preservativo, ya que con el uso del preservativo se pueden evitar embarazos no deseados, y además de ello también se pueden prevenir las enfermedades de trasmisión sexual. Si no hay preservativo NO hay acción no hay fiesta no hay pasión.
Importancia de Usar el Preservativo o Condon
Siempre nos preocupa la posibilidad de un embarazo no deseado y muchas veces no tenemos en cuenta un riesgo mucho peor, contraer una enfermedad de transmisión sexual.
El preservativo es el método anticonceptivo cuyo uso está más extendido y es debido a que cumple una doble función. Por un lado, el preservativo es capaz de reducir al mínimo el riesgo de padecer un embarazo no deseado.
Utilizado correctamente, la efectividad del preservativo como método de control natal se estima en un 97%.

Esto es válido tanto para los preservativos masculinos como femeninos. No lo dudes, haz uso de ellos para disfrutar plenamente de tus relaciones sexuales sin riesgos.
martes, 1 de noviembre de 2011
EMbarazo y VIH/SIDA
¿Qué probabilidades existen en transmitir el HIV al bebé?
¿Qué complicaciones puede traer al embarazo?
Las complicaciones varían de acuerdo a cuán comprometido esté el sistema inmunológico durante la gestación. Las más frecuentes son parto prematuro, retraso en el crecimiento intrauterino y nacimiento de bebé sin vida.
¿Cuál es el tratamiento?
Lo primero a tener en cuenta es elegir un obstetra y una clínica especializados en tratar embarazadas con HIV o bien que trabajen en equipo con el médico que ya esté controlando o comience con el tratamiento.
Asimismo, es indispensable realizar análisis de sangre durante todo el embarazo para controlar la carga viral y el conteo de células CD4+, ya que esto determinará la terapia antirretroviral a seguir (inicio, tipo y frecuencia de la medicación a suministrar). Si el tratamiento no funciona o si aparece una nueva infección, se volverá a hacer un análisis en búsqueda de algún tipo de virus resistente y si el conteo de las células CD4+ a disminuido, se agregará al tratamiento antibióticos específicos para la prevención de neumonía.
Además se efectuarán análisis para la detección de otras enfermedades de transmisión sexual como también de toxoplasmosis, hepatitis, citomegalovirus y tuberculosis, control de la función del hígado, estado de glóbulos rojos (para descartar anemias) y electrolitos entre otros.
De acuerdo al resultados de todos estos estudios, tu estado físico y el tiempo de embarazo se escogerá el tratamiento más indicado para evitar que la medicación seleccionada pueda traer complicaciones al bebé. El obstetra informará de todas formas los riesgos fetales que puede provocar, aunque aún no existen investigaciones que demuestren la seguridad de los medicamentos más nuevos. Sin embargo, siempre se contemplará que la medicación no supere en efectos negativos a los de la propia infección por HIV.
El tratamiento consiste en mantener la carga viral lo más baja posible con medicamentos específicos que disminuyen el riesgo de contagio al bebé. En líneas generales se inicia a las 14 semanas de gestación, con la administración de una droga llamada AZT (azidotimidina), también conocida como ZDV (zidovudina). La mayoría de las investigaciones determinaron que esta droga es la más eficaz para disminuir el riesgo de transmisión al bebé, ya que no sólo actúa en la embarazada, sino que atraviesa la placenta y también lo protege directamente.
En aquellos casos donde la medicación produzca vómitos frecuentes durante el primer trimestre puede ser necesario que el médico la suspenda hasta que el embarazo esté más avanzado, ya que la toma esporádica de la misma puede generar resistencia del virus ante la droga.
A partir del tercer trimestre, y de acuerdo a la medicación suministrada, se controlará a la mujer mediante ecografías, perfiles biofísicos y estudios no estresantes para vigilar de cerca el desarrollo del bebé.
Durante el parto, se le suministrará AZT intravenoso a la mamá con HIV y el bebé también lo recibirá después del nacimiento. Los recién nacidos de mamás con HIV, tienen anticuerpos de ella circulando en su sangre para este virus y por lo tanto el resultado del análisis de HIV será positivo en la mayoría de los casos aunque no esté infectado. Por esta razón, y aunque el análisis dé negativo, se le debe iniciar el tratamiento al bebé durante las primeras 6 semanas de vida, en conjunto de otro contra la neumonía que se inicia entre las 4 y 6 semanas. Pero entre los 15 y 18 meses de vida, luego de recibir el tratamiento adecuado la mayoría de los bebés se tornan HIV negativo.
En el caso de que el bebé resulte infectado, se comenzará a controlar de cerca el virus y continuará con un tratamiento específico. Las mamás infectadas con el virus del HIV deben continuar con la terapia antirretroviral hasta tanto lo indique el profesional que la seguirá atendiendo.
Algunas mujeres infectadas con HIV tendrán que continuar con la terapia antirretroviral después del parto y otras podrán dejarlo hasta que su condición cambie o los resultados indiquen que es necesario el tratamiento.
¿Es posible amamantar al bebé?
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